Chile – Un mercado energético emergente – Segunda parte

El mes pasado comenzamos nuestro análisis del emergente mercado energético de Chile (Primera Parte). Examinamos la creciente demanda de gas natural del país, su decreciente producción nacional y su sustancial dependencia de las importaciones. Continuamos nuestra exploración con la Segunda Parte de este post, analizando el mercado energético de Chile con más detalle y observando cómo los cambios que se están produciendo podrían afectar a los mercados mundiales del propano.

Uso del GLP en Chile

El GLP es una parte importante de la vida comercial y residencial cotidiana en Chile. Aunque en los hogares chilenos se utiliza sobre todo como combustible para calentadores de agua, estufas y parrillas, en los últimos años ha aumentado el número de vehículos que utilizan GLP como combustible limpio y económico. Además, muchas industrias dependen del GLP para generar productos y servicios. El uso del GLP puede observarse en los sectores del comercio minorista y la hostelería. Tiendas, restaurantes, bares y otros negocios utilizan este combustible para dar calor y servicio a sus clientes.

Tiendas, restaurantes, bares y otros negocios utilizan este combustible para dar calor y servicio a sus clientes.

Los clientes residenciales y comerciales consumen el 80% del GLP de la región, una cifra significativamente superior a la media mundial.

Demanda interna de GLP

El mercado chileno de GLP es relativamente pequeño a escala mundial, ya que representa 27 millones de toneladas métricas al año, aproximadamente el 9% de la demanda mundial. Sin embargo, el consumo de GLP del país no ha dejado de aumentar. En 2022, el consumo medio de GLP del país se situó en 43,59 mil barriles al día. Aunque el consumo de Chile representa una parte relativamente pequeña del mercado mundial de GLP, desempeña un papel crucial en los sectores residencial y comercial del país. De hecho, los clientes residenciales y comerciales consumen cerca del 80% del GLP de la región, una cifra significativamente superior a la media mundial.

Importaciones de GLP

Gestionar las importaciones

Las importaciones de GLP en Chile son gestionadas por empresas especializadas en esta parte del mercado energético. Los tres mayores importadores son Gasmar, Hualpen y Oxiquim. Estas empresas son los mayores proveedores de GLP de Chile. Han desarrollado una infraestructura suficiente para recibir buques VLGC (Very Large Gas Carrier) y dispersar el producto.

Infraestructura GLP

La infraestructura de GLP de Chile incluye la terminal y la instalación de almacenamiento de Gasmar S.A. Gasmar explota las instalaciones de Bahía Quintero, que es una de las mayores terminales de GLP de la costa del Pacífico de Sudamérica. La empresa importa principalmente GLP de Estados Unidos a través de transportistas marítimos y lo almacena en sus instalaciones. Además, Gasmar está ampliando sus operaciones mediante la construcción de una nueva terminal en la bahía de Mejillones. El GLP desempeña un papel clave en el desplazamiento de combustibles más intensivos en carbono, como el gasóleo y la biomasa, en Chile.

Principales proveedores de GLP

Desde 2010, Estados Unidos se ha convertido en el principal proveedor de GLP de Chile, manteniendo importantes volúmenes de gas para cubrir la demanda del país. Argentina también suministra GLP y GNL a través de gasoductos, transporte terrestre y, en algunos casos, por vía marítima. Estas fuentes son cruciales para satisfacer las necesidades energéticas de Chile, sobre todo teniendo en cuenta la dependencia del país del GLP importado.

El gráfico siguiente ilustra la fuerte dependencia de Chile de las importaciones de GLP de Estados Unidos, con una media de 135.000 toneladas al mes (15 MMBbl/año) desde 2010.

Precios al por mayor del GLP

El mercado del GLP en América Latina está influido por los indicadores de precios de Estados Unidos. Dado que EEUU es el mayor productor de propano, genera este marcador de precios en la región. Al relacionar los precios de venta internos en Chile, vemos que éstos están muy influidos por los movimientos de los precios mundiales y a un coste que depende en gran medida de las importaciones. En el caso de Chile, las importaciones proceden mayoritariamente de Estados Unidos, lo que implica que el índice de Mont Belvieu es relevante y se utiliza normalmente en las definiciones internas de costes y gestión.

El mercado chileno de GLP depende de las importaciones, carece de competencia y es muy sensible a la dinámica del mercado mundial.

El emergente mercado energético chileno

Conclusiones

El mercado chileno del GLP se enfrenta a desafíos debido a su dependencia de las importaciones, la falta de competidores y su sensibilidad a la dinámica del mercado mundial. Se están haciendo esfuerzos para mejorar la competencia y regular los precios. La demanda de GLP crece constantemente en Chile. El uso residencial y comercial impulsa esa demanda, pero recientemente ha aumentado el uso del Autogas como opción de combustible limpio y económico. A pesar de la falta de competidores, el consumo de GLP en Chile ha aumentado un 80%. Este aumento ha impulsado los esfuerzos por mejorar las condiciones del mercado mediante la competencia. Chile ha dependido en gran medida de Estados Unidos para las importaciones de GLP desde 2010. Sin embargo, desde 2018, Argentina contribuye suministrando GLP y GNL a través de gasoductos. El emergente mercado chileno de GLP tiene un alto contenido de propano y la demanda global de la región es susceptible a los movimientos del mercado mundial de propano. La dependencia del país de las importaciones y su sensibilidad a la dinámica del mercado mundial lo convierten en un mercado energético a vigilar. El equipo de Plumas Gemelas sigue observando este mercado emergente y te mantendrá informado de los acontecimientos globales, así como de los cambios locales. Como siempre, nuestro objetivo es proporcionarte un asesoramiento experto que te ayude a tomar decisiones inteligentes cada día.

Tus asesores de confianza para los mercados energéticos.

Chile – Un mercado energético emergente – Segunda parte

Por Gabriel Amundarain